Continuamos con nuestro paseo particular por este bello pueblo del norte de la provincia de Burgos. La calle de Cano es el principal acceso al pueblo y el único por el que sus habitantes pueden acceder en coche. Se puede apreciar desde el primer momento que la abundancia de piedra de toba ha condicionado la propia arquitectura popular del lugar, al ser utilizado profusamente en la edificación. Mientras el cuerpo de los edificios esá construido en mampostería caliza, buscando un mejor aislamiento de la humedad, los pisos superiores presentan un aspecto más uniforme y cuidado debido a la utilización de la piedra de toba, en forma de sillares. La porosidad y ligereza de esta piedra, junto a su facilidad para ser trabajada, la convierten en un material muy apropiado tanto para la construcción de muros como para el relleno de entramados de madera, confiriendo a los muros unas texturas realmente curiosas y atractivas.